Lo más interesante de Revenga no son en si los bloques tanto como la posibilidad de perderse entre sus bosques hasta el punto de no encontrar a nadie si quieres. Salvo en la época estival el resto del año no está tan visitado y son las visitas que se puedan hacer a la Casa de la Madera o la gente del lugar que se sigue acercando allí para dar sus paseos los que rompen esa monotonía.