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Crónica de la Salida de Esquí 2018

Crónica de la Salida de Esquí 2018

Estamos en invierno, y en invierno nieva. Y eso, para muchos ziclonienses, supone que hay que calzarse las tablas y lanzarse montaña abajo.

La salida de esquí de este año estaba planificada en Alto Campoo, pero como las predicciones a principios de semana no eran muy buenas, miramos entre todos otras posibilidades. En La Pinilla había un hueco entre las nubes («se abrió un hueco entre las nubes, hemos vuelto a ver el sol…» como diría Robe) y decidimos aprovecharlo.

Los primeros en llegar fueron Vir, Elisa, Pablo y «Cuenca», que hicieron campamento furgonetero el viernes 19 en la estación. El día amaneció despejado de nubes y lleno de coches y gente. No tardaron en llegar la segunda tanda de ziclonienses, Nacho, Raquel, Rubén y Chema. ¡Ala, cogemos los trastos de esquiar (unos, otros se pusieron a la cola para cogerlos…) y al tajo!.

Raquel, Elisa y Pablo en el telesilla.

Con el primer descenso nos pudimos hacer una idea de cómo era la estación. Y sobre todo, del estado de la nieve. Dura como el granito y escasa en algunos sitios. Ideal para los esquís… Pero como somos recios, empezamos a bajar pistas a buen ritmo.

De izda. a dcha. Pablo, Elisa, Raquel, Nacho, Vir, Cuenca y Rubén.

Una vez todo el grupo estuvo reunido, Nacho se encargó de «enseñar al que no sabe». Da gusto ir con profe. Vir se encargó de que no bajara el ritmo durante la jornada. Pablo supervisó a los chicos con más «flow» del grupo. Y los demás, hicimos lo que pudimos pendiente abajo. Disfrutamos todos enormemente el descenso por una pista roja. Raquel la disfrutó tanto que decidió abrazar la pendiente nevada durante unos cuantos metros.

Pablo, Nacho y Elisa.

Y así, poco a poco, se fue pasando el día apurando el forfait hasta que los empleados de la estación nos echaron, literalmente de la pista. ¿Qué toca ahora? Exacto. Las merecidas cervezas.

La noche la pasamos en el camping de Riaza, punto de encuentro con los participantes de la salida que llegaban el sábado tarde-noche. Pilar, Mariano y Chapi llegaron a media tarde. Un rato más tarde se unieron Manu y Marga. Y los últimos, Varry y Berta. Transformamos una motor-home para cinco personas en un improvisado camarote de los Hermanos Marx, con quince personas sentadas a la mesa a cenar. De la cena se encargó Vir, que nos preparó unos macarrones estupendos (¡gracias!). Y mientras, pues lo de siempre. Cervezas y risas, muchas risas.

Los esquiadores debutantes de Ziclón.

El domingo amaneció cubierto de niebla. Vamos, que no dábamos un duro por esquiar. Y nos tomamos el desayuno con calma. En el aparcamiento nos encontramos con Juanfran, Oscar y Vir, los últimos en incorporarse. El paisaje (o lo poco que se veía de él) era un poco flojo, en lo que al manto nivoso se refiere. Algunas pistas eran más marrones que blancas. Pero hay que probar. Varry y Chapi, neófitos del esquí se iniciaron en los secretos del descenso en cuña de la mano de Pilar y Nacho. Juanfran se puso a darle caña con la tabla a Rubén. Y los demás fuimos tras las trazas de Mariano. De nuevo, un lujo tener profes así. Gracias por vuestra paciencia.

El domingo no fue día de esos que hacen afición.

Y el día se pasó así, arriba, abajo, arriba, abajo. Flexiona, echa el peso adelantado, clava el bastón, no claves el bastón… Lo sorprendente fue que en una estación tan pequeña nos despistáramos y algunos no nos volviéramos a ver hasta el final de la jornada. Eso sí, pese al estado de la nieve y a la escasez, exprimimos, otra vez, a tope el forfait.

Con la foto de grupo en el aparcamiento dimos por clausurada la Salida de Esquí 2018. Por parte de la organización, solo nos queda dar las gracias a todos los participante esperando que lo hayáis pasado tan bien (al menos) como lo hemos pasado nosotros.

Nos vemos pronto de nuevo en la montaña.

Fdo. La Organización.

 

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